Extracto del libro "Mengele, la aberración de la medicina" (capítulo "1943"):
1943
Durante enero de 1943 von Verschuer comenta a Mengele la posibilidad de aumentar las investigaciones genéticas disponiendo de seres humanos a discreción; los campos de concentración y exterminio ofrecen prisioneros jóvenes cuya muerte nadie lamentará. Esta perspectiva de poder realizar ensayos médicos con total libertad hace que Mengele solicite traslado como oficial médico al sistema concentracionario nazi.
En abril de este año Joseph Mengele es ascendido a Capitán de la SS (Hauptsturmführer) y casi al mismo tiempo llega la oportunidad que anhelaba ya que un médico del campo Auschwitz ha enfermado y el puesto está vacante. Su solicitud de traslado es aceptada para sustituir al colega enfermo por lo que viaja hacia Polonia sin su esposa Irene llegando al campo de exterminio de Auschwitz el 19 de mayo de 1943. Nada más llegar se presenta ante el oficial jefe médico del campo, Eduard Wirths, que le nombra jefe médico del Zigeunerfamilienlager (campo para familias gitanas) localizado en Birkenau (Auschwitz II) asumiendo este cargo desde el 24 de mayo. Ya es un “ Lagerarzt” (médico de campo de concentración)
Para estas fechas Auschwitz ya contabiliza una población reclusa de unos 140.000 prisioneros entre prisioneros de guerra, judíos esclavos o en espera de ser gaseados, detenidos políticos e incluso reos con condenas comunes que han llegado al campo tras el vaciado de algunas prisiones polacas. La muerte ya es constante y los hornos crematorios de Birkenau llegan a una capacidad de 9.000 cuerpos incinerados a diario. Auschwitz se ha convertido en el principal matadero mecanizado del III Reich seguido de otros campos de exterminio en territorio polaco como Belzec, Treblinka o Sobibor.
Como jefe médico del campo Birkenau su labor principal es la de seleccionar personalmente a todos los prisioneros que, hacinados en vagones de ganado, llegaban a diario desde toda Europa. Los prisioneros recién llegados, desconocedores del terrible destino que les aguardaba, eran alineados en dos largas filas ante la misma entrada a Birkenau; Mengele, de pie, vestido con un siempre impecable uniforme gris y una bata blanca inmaculada, valora a cada uno de los prisioneros: Ancianos, débiles, hombres y mujeres en edad madura, enfermos... a la derecha; los hombres fuertes, niños, mujeres sanas, hermanos gemelos... a la izquierda.
Todos los prisioneros apartados a la izquierda son conducidos directamente a la zona de espera de Birkenau para esperar el turno de entrar en las simuladas duchas en donde serán gaseados con gas Zyklon-B y después sus cuerpos transformados en negro humo.
Aquellos que en apariencia habían tenido más suerte pasan una segunda clasificación. Los hombres aptos trabajarán como esclavos en las incipientes industrias que están asentadas en Monowitz a la espera de tomar un pobre plato de sopa y un pedazo de pan tras 16 horas de trabajo extenuador.
Las mujeres a las que se les ha permitido respirar algunas horas o días más son destinadas a sobrevivir en los barracones de Birkenau y servirán principalmente como cobayas humanas en laboratorios farmacéuticos como Bayern o en aquellas fabricas que requieren mano de obra femenina.
Los niños y especialmente los gemelos son propiedad privada de Mengele; los busca en cada transporte con ojos de águila para apropiarse de sus vidas en experimentos genéticos; Joseph no los mira como seres humanos, son simples objetos cuyos cuerpos vivos le aportan conocimiento, material para investigar mutilando sus miembros en el nombre de una ciencia a la que, a la vez, insulta mediante el desprecio a la humanidad.
En mayo el doctor Ferdinand Sauerbruch, amigo de Mengele, acude invitado a una conferencia en la Academia Médica Militar en la que los doctores Karl Gebhardt y Fritz Fischer, destinados en el campo de concentración de Ravensbruck (Alemania), disertan sobre la experimentación en prisioneros con gangrena gaseosa, el transplante de huesos y tejido muscular en prisioneros vivos y sin anestesia así como la regeneración del sistema nervioso y la búsqueda de sulfamidas efectivas para sanar a soldados heridos en combate. Sauerbruch informa a Mengele lo hablado en esta conferencia poniendo de manifiesto que la investigación médica mediante el uso de prisioneros es legal dentro del III Reich.
Para el verano de 1943 Irene desea visitar su marido en Polonia por lo que Mengele le consigue una habitación en el Solarium de Auschwitz, una especie de chalet en donde los oficiales de la SS descansan con celebraciones y fiestas; Cuando Irene está dentro de las instalaciones del campo le pregunta a su esposo el origen del mal olor que impera por todos los rincones mientras observa las espesas columnas de humo negro que salen de las chimeneas; no obtiene respuesta. El olor nauseabundo y el humo son el resultado de la incineración constante de los prisioneros judíos que han muerto por agotamiento, hambre o ejecutados así como aquellos que no superaron la selección de la muerte realizada por su propio marido. Está casada con Joseph Rudolf Mengele, más conocido como “Todesengel” (el “Ángel de la muerte”) o el “Carnicero de Auschwitz”.
En agosto de este año se declara un brote de Noma (infección bacteriológica que produce gangrena principalmente en las mucosas del rostro) en la zona de Auschwitz reservada a los gitanos. Mengele se propone realizar una investigación médica para encontrar un tratamiento eficaz y escoge como auxiliar para esta labor al pediatra y profesor en la Universidad de Praga (Rep. Checa) de origen judío Berthold Epstein que está entre los prisioneros del campo. Ambos acuden a la zona de gitanos y Mengele ordena que los prisioneros enfermos sean aislados en un barracón desalojado para este fin y poder comenzar la toma de muestras. Entre los enfermos se encuentran varios niños contagiados a los que Mengele traslada al hospital del campo; allí los asesina personalmente para extraer sus órganos e introducirlos en frascos de cristal con formol y decapitar a uno de ellos que tenía 12 años de edad; los cuerpos son devueltos a Birkenau y quemados en el crematorio III. Los frascos de cristal y la cabeza se remiten a la Academia Médica de la SS en Graz con la orden de que sean analizados. Para 1944 todos los gitanos fueron gaseados desapareciendo el campamento y jamás se terminó el estudio sobre el brote.
Otro caso de brutalidad de Mengele ocurre en septiembre de 1943; ateniéndome al relato de la doctora austriaca y sobreviviente Ella Lingens, en los barracones para mujeres en Birkenau hay epidemia de tifus por lo que Mengele toma una decisión rápida: Las 600 mujeres alojadas en el primer barracón son enviadas directamente a la cámara de gas, una vez vaciado es limpiado y desinfectado en profundidad y a las ocupantes del siguiente barracón se les ducha junto a la entrega de ropa limpia y son trasladadas al barracón anteriormente saneado. Este proceso lo repite hasta que toda la zona queda desinfectada. Por esta vez sólo han sido asesinadas 600 prisioneras pero cuando surgieron otros brotes de determinadas enfermedades Mengele ordenó que la totalidad de los prisioneros fuesen gaseados inmediatamente. Como premio por estas decisiones y a primeros de 1944 se le concede la Cruz al Mérito Militar de Segunda Clase con Espadas.
En noviembre de 1943 llega a Auschwitz un transporte desde Hungría. Mengele está preparado para la selección y encuentra entre los prisioneros a dos hermanos gemelos de 18 años cuyos cuerpos atléticos y proporcionados le atraen. Los hermanos fueron sometidos a exploraciones mediante Rayos-X y a un experimento peculiar sobre el crecimiento del cabello. A ambos se les introdujo un tubo por la nariz hasta tocar los pulmones y por el que salía un gas que les obligó a toser violentamente, los esputos fueron recogidos para su análisis. Posteriormente fueron rapados totalmente y sus cabezas fotografiadas en diversas posiciones.
Cuando aparecían ligeras briznas de cabello volvían a ser fotografiados con el escaso pelo y se les cortaba el pelo otra vez para esperar el crecimiento capilar; este proceso se repitió en varias ocasiones.
Cuando este experimento acabó, ambos hermanos fueron atados a la mesa de operaciones de Mengele para realizarles tactos rectales tan dolorosos que los gemelos chillaban de dolor por lo que Mengele ordenó que se les amordazase para amortiguar los gritos.
Tras extraer muestras de orina, semen y partes de sus riñones sin anestesia, los gemelos fueron asesinados mediante una inyección directa al corazón. Mengele realizó una autopsia completa para extraerles todos sus órganos que remitió enseguida al Instituto de Investigación Biológica racial y Evolutiva en Berlín.
|